jueves, 19 de noviembre de 2009

Escribir

¡Hola!

Hay un actividad del cuaderno de EF que es la elaboración de un microrelato que tenga relación con la asignatura. Todavía no hemos puesto fecha de realización, pero algunos compañeros/as me han pasado borradores para ir pensando en su relato definitivo. Con permiso de quien lo ha elaborado he subido al blog uno que toca un tema que empieza a ser frecuente.






A las seis sonó el despertador, y, como todos los días, tardó un cuarto de hora en levantarse. Muy despacio cogió el chándal del armario y lo llevó al cuarto de baño. Se desnudó y se metió en la ducha, dejando que el agua caliente le cayese encima. Cerró el grifo algo más tarde de las seis y media, y rápidamente se enrolló el pelo con una toalla y se vistió. De nuevo en su habitación, con el pelo todavía mojado, se sentó al escritorio con el libro de literatura delante y empezó a estudiar por donde lo había dejado la noche anterior para el examen que tendría esa misma mañana. Poco después de las siete y media oyó la voz en grito de su madre diciéndole que se iba a trabajar, y que le dejaba una manzana sobre la mesa por si tenía hambre. Se lavó los dientes deprisa y se fue, dejando la manzana donde estaba. Cuando llegó al instituto todavía faltaban diez minutos para que tocase el timbre, así que, apoyada en una pared, sacó el libro de literatura otra vez y volvió a repasarlo todo. Al sentarse delante de la hoja de papel recordó la manzana roja que había dejado sobre la mesa y la echó de menos. Cuando sonó el timbre de nuevo, todavía no había acabado el examen, pero aún así se levantó deprisa para entregarlo. A medio camino entre su mesa y la de la profesora, el aula empezó a dar vueltas y ella tuvo que agarrarse a una mesa para no caer. Cuando se le hubo pasado el mareo, entregó el examen y bajó al gimnasio a paso ligero con una mano apoyada en la pared. Después de dejar la bolsa en el vestuario fue con el resto de la clase, que ya rodeaba al profesor, que, con el silbato y el cronómetro ya colgados del cuello, les daba órdenes de comenzar a correr alrededor de la pista de baloncesto. Todos empezaron a correr, los chicos delante y las chicas detrás, pero ella pronto se quedó rezagada. Arrastró los pies por el suelo hasta que todo empezó a dar vueltas igual que el aula de literatura y, cuando no tuvo nada a qué sujetarse, cerró los ojos y cayó de espaldas.




10 comentarios:

  1. Este relato esta muy bien, enhorabuena :)

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  2. Jorge ,esta historieta esta muy bien y ademas son cosas que pasan muchas veces a muchos alumnos,lo de caerse no lo se pero irse sin desayunar si. Es algo de lo que todos podriamos aprender,a desayunar todos los dias y no un vaso de agua o de leche ,sino un desayuno como dios manda...
    Enhorabuena

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  3. Hola Inma:

    No te imaginas las veces que el profesorado de educación física atiende mareos, desmayos, dolores de cabeza, causados por el ayuno.

    Saludos.

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  4. Es un relato muy real, por desgracia lo tube que vivir hace un par de años con una amiga y desde entonces siempre intento desayunar!!

    Muy bueno ;)

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  5. Hola zazu:

    Parece muy real, aunque se trata de una ficción. La ficción nos ayuda a pensar en la realidad. Curisoso. No desayunamos por falta de tiempo (por cierto, se gana tiempo preparando las cosas la noche de antes). No es excusa. No desayunamos porque no me entra tal alimento (por cierto, con la cantidad de posibilidades que tenemos para desayunar). No es excusa. No desayunamos porque quiero perder peso y acercarme al prototipo ideal de cuerpo. Dejo de alimentarme para acercarme a la delgadez, es lo que se lleva. ¿Es excusa? ¿Un cuerpo delgado es siempre un cuerpo sano?

    Saludos.

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  6. Jorgue, nosotros para cuando nos tenemos que comprar el cuadernillo? o ya se puede?

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  7. Hola Aitor:

    En principio, el cuaderno de EF empezaremos a utilizarlo en 4º de ESO en la segunda evaluación. ¿Qué te parece el relato?

    Un saludo.

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  8. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  9. Buenas Jorge:
    El relato está muy bien, es realista. Pienso que a veces los jóvenes por falta de tiempo, que nunca será una excusa, no desayunamos como debe de ser o como dice Inma como Dios manda!, por lo tanto, luego en las clases puede ser que nos mareemos o que simplemente no rindamos igual en clase. O por ejemplo como tú bien has dicho para adelgazar por discriminación o simplemente por lo que piensen los demás por ser como somos, hoy en día los jóvenes les importa más lo que piensen los demás, y ésto te lo digo por experiencia, yo por lo menos, pensaba que bueno si me quitaba alimentos en la hora de las comidas iba a adelgazar y ya no se volverían a burlar de mi pero finalmente la única que salió perjudicada fui yo.
    Si hoy en día me hubiera pasado lo de hace un par de años me hubiera dado igual lo que pensasen de mi.

    Bueno Jorge esta es mi opinión. Si me equivoco rectifícame.

    Un saludo.
    Silvia :)

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  10. ¡Jorge!, en el examen se me ha olvidado de que iba el relato ¬¬ jum!. Y cuando veas mi examen te vas a reir un rato, ya que he confundido los conos con jugadores xD. No me lo tengas en cuenta eh?, que hoy ya tengo la cabeza "embotá".

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